Tlajomulco de Zúñiga
Tlajomulco tiene una rica historia que se remonta a la época prehispánica. Era un lugar habitado por pueblos indígenas de la región de Tlaquepaque, como los huicholes y los náhuas, quienes vivían de la agricultura y la pesca. Con la llegada de los españoles en el siglo XVI, Tlajomulco se consolidó como un importante centro agrícola y ganadero. Su crecimiento fue más moderado que el de otros municipios cercanos, pero a lo largo del tiempo, ha mantenido una conexión con sus raíces rurales y agrícolas, aunque ha comenzado a experimentar un notable crecimiento urbano en los últimos años.
En las últimas décadas, Tlajomulco ha sido uno de los municipios más dinámicos de la Zona Metropolitana de Guadalajara. El rápido crecimiento de la ciudad de Guadalajara y su expansión hacia el sur han convertido a Tlajomulco en una de las áreas con mayor desarrollo residencial, comercial e industrial. Esto ha traído consigo un importante aumento de la población, que ha sido una de las principales razones por las que el municipio ha comenzado a cambiar su imagen, con nuevas colonias, centros comerciales y zonas industriales.
A pesar de este crecimiento, Tlajomulco mantiene su encanto rural en muchas de sus áreas, especialmente en los pueblos más pequeños y alejados del centro, donde la agricultura, la ganadería y las tradiciones se mantienen vivas.